En los últimos años, hemos observado una serie de mutaciones en los virus, particularmente en el Covid-19. Una de las mutaciones que ha surgido recientemente y ha causado preocupación, especialmente en los Estados Unidos, es la serie de variantes conocidas como FLiRT. Es importante aclarar que FLiRT no es el nombre de una única variante sino de un grupo de ellas, predominantes en Norteamérica.
Dentro de esta familia de variantes, la más prominente es la KP.2. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, representa casi el 25% de los casos de Covid-19 en el país. La presencia de estas variantes ha planteado varias preocupaciones, una de las más significativas es la posible disminución de la eficacia de las vacunas existentes.
Según la revista TIME, los estudios sugieren que las variantes FLiRT podrían ser más adeptas a evadir la protección inmunológica proporcionada por las vacunas en comparación con otras variantes como la JN.1 (Pirola). El Dr. William Schaffner, profesor de enfermedades infecciosas en el Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt, comentó a TODAY que «aunque aún es temprano, la impresión inicial es que esta variante (KP.2) es bastante transmisible».
La variante KP.2 parece haber mutado lo suficiente para que las vacunas actuales y la inmunidad de una infección anterior solo proporcionen protección parcial. Aún queda por ver hasta qué punto esto es cierto, pero el Dr. Schaffner añade que «parece que con el tiempo se está convirtiendo en una variante más prominente».
Por otro lado, el Dr. Albert Ko, especialista en enfermedades infecciosas y profesor de salud pública, epidemiología y medicina en la Escuela de Salud Pública de Yale, explicó que la transmisión de KP.2 parece ser bastante baja en este momento, lo que tiene sentido ya que «normalmente los grandes picos ocurren en el invierno, cuando la gente está adentro y en más contacto”.
En cuanto a los síntomas de las variantes FLiRT, aún es muy pronto para caracterizarlos con precisión, especialmente en el caso de la variante KP.2. Según los expertos, no parece que cause síntomas muy diferentes a los de otras variantes, como la Pirola, ya que todas son parte de la familia de Ómicron.
Los síntomas más comunes incluyen: dolor de garganta, tos, fatiga, congestión, rinorrea, dolor de cabeza, dolores musculares, fiebre o escalofríos, nueva pérdida del sentido del gusto o del olfato, falta de aire o dificultad para respirar, náuseas o vómitos y diarrea.
Hasta ahora, no se ha notificado la llegada de las variantes FLiRT a Chile por parte de las autoridades. Sin embargo, es crucial que las personas se mantengan informadas sobre las últimas actualizaciones y continúen siguiendo las directrices de seguridad y salud para prevenir la propagación del virus.