Rafael Nadal, antiguo número 1 del mundo, se mostró optimista en la conferencia de prensa que realizó antes de su entrada en el Masters 1000 de Roma. Nadal, de 37 años, aseguró: «La línea va hacia arriba». Esta declaración fue dada en la previa de lo que se espera sea su última participación en la capital italiana.
Desde su vuelta al circuito en Barcelona el mes pasado, tras un parón obligado de tres meses, Nadal ha estado trabajando arduamente en su regreso. «Estoy aquí para dar lo mejor de mí mismo», declaró el mallorquín, mostrando su compromiso y determinación para este torneo.
La carrera de Rafael Nadal ha estado marcada por su dominio en la tierra batida, superficie en la que ha cosechado múltiples triunfos. Sin embargo, reconoció que los partidos son ahora más difíciles y más imprevisibles para él de lo que lo eran antes. «Pero las perspectivas son buenas si sigo trabajando de la forma correcta y si mi cuerpo me lo permite», prosiguió.
Nadal ha tenido que luchar contra las lesiones en las dos últimas temporadas, pero se ha mostrado resiliente. Regresa a Roma por vez primera desde 2022, un torneo que ha conquistado en diez ocasiones, un récord, la última vez en 2021.
A pesar de encontrarse actualmente en la posición 305 del ranking mundial, Nadal está dispuesto a dar la batalla en su enfrentamiento contra el belga Zizou Bergs, 108º de la clasificación ATP y procedente de las previas.
Tras su eliminación en segunda ronda en Barcelona y en octavos en el Masters 1000 de Madrid, Nadal celebró «encadenar por primera vez desde hace mucho tiempo» un tercer torneo consecutivo. «Estoy contento del nivel en el que me encuentro ahora», afirmó.
Hace apenas un mes, parecía casi imposible para Nadal pensar en jugar en Barcelona, luego en Madrid y estar aquí en Roma. Sin embargo, el rey de la tierra batida se ha mostrado confiado en su rendimiento y en su capacidad de competir.
Rafael Nadal eludió pronunciarse sobre el después del torneo italiano y especialmente sobre Roland Garros (26 de mayo-9 de junio), aunque insistió, como había hecho en Madrid, en que disputará el Grand Slam parisino sólo si se siente «preparado».
De acuerdo con sus declaraciones y el optimismo que muestra, parece que Nadal podría participar por última vez sobre el polvo de ladrillo parisino, donde se impuso en 14 ocasiones. Este torneo es uno de los más emblemáticos en la carrera de Nadal, y su posible participación genera grandes expectativas entre los aficionados del tenis.
A pesar de los desafíos que ha enfrentado debido a las lesiones, Rafael Nadal ha demostrado una vez más su espíritu de lucha y su amor por el deporte. Su regreso al circuito y su posible participación en Roland Garros son una prueba de su compromiso y su pasión por el tenis. El mundo del deporte estará atento a su desempeño en el Masters 1000 de Roma y en los posibles torneos que le sigan.