El incidente ocurrido en el campamento militar en Putre, que resultó en la muerte del conscripto Franco Vargas y varios soldados heridos, ha generado gran controversia en Chile. El comandante en jefe del Ejército, general Javier Iturriaga, ha hablado sobre la investigación en curso y la situación de los soldados heridos. A nueve días del incidente, no se ha dado información oficial sobre qué ocurrió exactamente, quiénes estaban a cargo del entrenamiento y quién pudo haber maltratado a Vargas cuando se quejó de sentirse mal de salud.
El incidente ha llevado a diputados y diputadas del Partido Comunista a presentar una Comisión Especial Investigadora (CEI) para reunir antecedentes y esclarecer los hechos. La falta de transparencia en la investigación del Ejército ha generado desconfianza, especialmente en un momento en que algunos legisladores pro militares están pidiendo que los casos de delitos o irregularidades en las FFAA sean juzgados por la justicia militar y no civil.
Según el doctor Aldo Rivera, del Centro de Salud Familiar (Cesfam) de Putre, Vargas llegó muerto al lugar. Esta declaración contradice la versión del Ejército de que Vargas murió a causa de problemas respiratorios. La diputada Alejandra Placencia ha calificado la situación como «de extrema gravedad».
Romy Vargas, la madre de Franco Vargas, ha pedido una investigación rápida y justa. En una carta al Presidente Gabriel Boric, ella y otras madres de soldados afectados demandan que se investiguen las circunstancias que llevaron a la muerte de su hijo y a la hospitalización de otros 45 soldados que contrajeron una infección viral.
Las versiones contradictorias del Ejército sobre el incidente han generado descontento y confusión. Según los testimonios de algunos de los soldados, se les hizo participar en la instrucción sin la ropa adecuada para las condiciones climáticas, y algunos incluso afirmaron que se les negó la vestimenta para protegerse del frío.
El subsecretario de FFAA, Galo Eldestein, ha confirmado que 114 conscriptos están dejando el servicio militar en el Ejército debido a las repercusiones del incidente. Explicó que las causas de la deserción incluyen problemas médicos detectados después del ingreso de los conscriptos, razones económicas y el impacto del incidente en Putre.
La ministra de Defensa, Maya Fernández, ha pedido al Consejo de Defensa del Estado (CDE) que se involucre en el proceso para garantizar una investigación sólida. A pesar de las acciones tomadas, el Ejército no ha proporcionado una respuesta clara a las preguntas sobre lo ocurrido en Putre.
La Comisión Especial Investigadora presentada por los diputados del Partido Comunista busca reunir antecedentes y esclarecer los hechos que llevaron a la muerte de Vargas y a la infección viral que afectó a otros 45 soldados. Los diputados quieren evaluar los protocolos existentes, citar a las autoridades competentes y seguir otras líneas de investigación que la propia CEI defina.
El caso de la muerte del conscripto Franco Vargas y las circunstancias que llevaron a su fallecimiento continúan siendo objeto de investigación. Este incidente ha llevado a un debate público sobre los protocolos de entrenamiento militar y la responsabilidad del Ejército en la salud y seguridad de sus soldados.