El calentamiento global prosigue causando estragos en distintas partes del mundo y recientemente ha golpeado con severidad al sur de Brasil. El Gobierno de la nación ha encontrado necesario declarar un estado de calamidad pública debido a la gravedad de la situación. Con una extensión de 8 millones y medio de kilómetros cuadrados, Brasil, la nación más extensa de América Latina, está experimentando una catástrofe climática sin precedentes en la historia reciente en el estado de Río Grande do Sul, a unos 1200 kilómetros de Sao Paulo.
El desastre ha sido devastador, con la furia del agua provocando 90 muertes y dejando a más de 130 personas desaparecidas. En respuesta a la gravedad de la situación, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se vio obligado a decretar un estado de calamidad pública. El fenómeno excepcional exige una reflexión de la ciudadanía sobre el impacto humano en nuestro único hogar, el planeta Tierra.
Shigueo Watanabe, un investigador especializado en física, señala que la situación actual de Brasil está alineada con las previsiones que se hicieron respecto al calentamiento global. Según Watanabe, se pronosticó que en ciertas épocas del año llovería mucho más en el sur del país, y esto es precisamente lo que ha sucedido. Asimismo, se predijo que habría grandes sequías en el Amazonas, que es lo que ocurrió a finales del año pasado.
El impacto de nuestras acciones sobre el planeta no se limita solo a nosotros. Watanabe advierte que estamos comprometiendo la supervivencia de nuestra especie y de otras, como los osos polares. Con más de 7 mil millones de habitantes en la Tierra, no todos se verán afectados por igual, pero muchos sufrirán las consecuencias.
El drama, señala Watanabe, está en que la mayor parte de la población humana vive en las regiones que sufrirán las peores consecuencias del calentamiento global, y no son precisamente ellos quienes provocaron este fenómeno. Este punto destaca una vez más la injusticia climática que acompaña a la crisis del calentamiento global, donde las regiones menos responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero son las más afectadas por sus consecuencias.
La situación actual en el sur de Brasil es un indicativo de lo que podría suceder en otras regiones si no se toman medidas para abordar el calentamiento global de manera eficaz. Es también un llamado a reflexionar sobre nuestras acciones y su impacto en el planeta, para que podamos tomar decisiones más sostenibles y responsables en el futuro.
La crisis climática en Brasil es un recordatorio de las consecuencias de no actuar ante el cambio climático. En un mundo cada vez más globalizado, es fundamental abordar el calentamiento global de manera colectiva y equitativa. Como señala Watanabe, todos debemos reconocer y asumir nuestra responsabilidad en la protección de nuestro único hogar, el planeta Tierra.