El problema de los perros asilvestrados en Chile ha alcanzado niveles alarmantes, con el creciente número de ataques a la fauna nativa y a las personas. La situación ha llegado a tal punto que, desde 2018 a la fecha, 24 personas han muerto a causa de ataques de perros, de acuerdo con cifras proporcionadas por el Servicio Médico Legal.
Durante el año pasado, en la región de Antofagasta, se registraron 3.387 casos de personas que sufrieron mordeduras de perros. La gravedad de la situación fue destacada en octubre pasado cuando una guía turística llamada Daniela Gamboa murió después de ser atacada por una jauría de perros salvajes. De manera similar, en enero de este año, una mujer brasileña quedó en estado grave después de ser mordida por perros en la misma región.
Es importante destacar que de las víctimas fatales, siete eran adultos mayores, seguidos por jóvenes entre 19 y 29 años, con cinco muertes. Este dato adquiere una mayor relevancia si se considera que las autoridades chilenas han rechazado recientemente un proyecto que declaraba a los perros asilvestrados como especie exótica invasora.
La propuesta, que fue publicada en la web de la Cámara de Diputados, definía a los perros asilvestrados como aquellos que han nacido o han vuelto a su estado salvaje, viviendo sin supervisión o control directo de seres humanos. En este contexto, se consideraba que estos perros podrían actuar de manera agresiva ante la presencia de personas, llegando a atacar a animales domésticos y fauna silvestre.
Aunque parecía ser una solución viable a la problemática, el proyecto fue rechazado por los diputados. La votación se saldó con 19 votos a favor, 99 en contra y 21 abstenciones. Por lo tanto, no se podrá presentar un proyecto similar durante el plazo de un año.
La decisión ha generado un debate en la sociedad chilena, dada la creciente preocupación por la seguridad de las personas y la protección de la fauna nativa. La presencia de perros asilvestrados en las calles y áreas rurales del país representa un desafío significativo para la administración pública y la sociedad en su conjunto.
La proliferación de perros asilvestrados en Chile es un problema multifacético que requiere una respuesta integral. Es necesario que se establezcan políticas de control de la población de perros, que incluyan la esterilización y la promoción de la adopción responsable. Asimismo, se deben implementar medidas educativas para promover un trato responsable y respetuoso hacia los animales.
En este contexto, la sociedad civil tiene un papel fundamental que desempeñar, ya sea a través de la participación en campañas de adopción y de esterilización, o en la denuncia de casos de maltrato animal. Solo a través de un esfuerzo conjunto se podrá abordar de manera efectiva la problemática de los perros asilvestrados en Chile.
Es evidente que la situación de los perros asilvestrados en Chile es una preocupación creciente. Las graves consecuencias de los ataques de estos animales requieren la adopción de medidas efectivas y sostenibles. La seguridad de las personas y la protección de la fauna nativa deben ser una prioridad en la agenda política del país.
La decisión de los diputados chilenos de rechazar la propuesta que declaraba a los perros asilvestrados como especie exótica invasora ha generado un amplio debate. Aunque la propuesta fue rechazada, es importante que se continúe buscando soluciones a este problema. La protección de la fauna nativa y la seguridad de las personas deberían ser una prioridad para las autoridades del país.
En última instancia, es necesario que todos los actores involucrados – desde las autoridades hasta la sociedad civil – trabajen conjuntamente para abordar este problema. Solo a través de un enfoque integrado y colaborativo se podrá garantizar la seguridad de las personas y la protección de la fauna nativa en Chile.