El constante incremento del teletrabajo durante la pandemia ha suscitado preocupaciones acerca de sus efectos a largo plazo en la salud humana. Un modelo 3D, basado en datos de una investigación de la Universidad de Leeds, muestra una representación visual de cómo se vería el cuerpo humano en el año 2100 si las actuales tendencias de teletrabajo continúan.
El modelo, apodado «Anna,» presenta notables cambios físicos. A primera vista, lo más alarmante es una prominente joroba, seguida de manos curvadas (parecidas a garras) y ojos hinchados. Este modelo fue creado por Furniture At Work, una empresa británica de mobiliario de oficina, como parte de un estudio centrado en los efectos de la pandemia en el trabajo y los desafíos a los que se enfrentan las empresas en la era del teletrabajo.
Según Furniture At Work, Anna evidencia los riesgos físicos del uso constante de la tecnología, la exposición a la pantalla y la mala postura. Pero no solo eso, también se plantea la posibilidad de desarrollar problemas de salud mental como la ansiedad y depresión.
Para diseñar a Anna, se tomaron en cuenta varios factores asociados al teletrabajo. Estos incluyeron la mala postura, el sedentarismo, la baja interacción social y la observación constante de una pantalla. El resultado fue un modelo humano con una espalda encorvada, hombros elevados y dedos curvos, además de enrojecimiento e hinchazón en los ojos.
Además de estos cambios físicos, el modelo también muestra un aumento de peso y un sistema inmunológico debilitado, ambos efectos directos del sedentarismo que conlleva el trabajo remoto.
Ante este panorama, los expertos recomiendan a los trabajadores remotos tomar medidas preventivas para mantenerse saludables mientras trabajan desde casa. Brian Clark, fundador de United Medical Education, sugiere que los trabajadores remotos deben tomar descansos regulares para estirar y mover el cuerpo y ayudar a evitar el dolor de espalda y cuello.
Además, Sara Gibson, directora de Proactive Healthcare, recomienda la regla «20-20-20,» una técnica para mantener la vista refrescada a pesar de estar todo el día frente a las pantallas. Esta regla consiste en alejar la vista de la pantalla cada 20 minutos y fijarla durante 20 segundos en algún objeto que esté a unos 20 pies de distancia.
Finalmente, Gibson aconseja crear un espacio exclusivo para el trabajo, dentro de lo posible. Según ella, establecer un espacio de trabajo designado con muebles ergonómicos es crucial para establecer límites claros entre el trabajo y el tiempo personal.