En el mundo de los motores, hay pocas empresas que pueden presumir de una trayectoria tan dilatada y centenaria como Cummins. Este fabricante de motores, reconocido por su distintivo bloque rojo, sigue consolidando un negocio que, a pesar de los avances tecnológicos, sigue dependiendo en gran medida de la combustión interna y, en particular, del diésel. A pesar de las predicciones de algunos expertos, el diésel sigue siendo una opción viable y en absoluto obsoleta.
Entre los productos más destacados de Cummins se encuentran los motores de seis cilindros de la serie X, y el X15. Este último, con sus impresionantes 15 litros de desplazamiento, se enfrenta al desafío de una nueva generación de motores en la que el diésel debe adaptarse para funcionar en una plataforma de motores agnósticos. Esto significa que debe ser capaz de funcionar con una amplia variedad de combustibles, mucho más allá del gasóleo tradicional.
La serie de motores diésel X15 es una verdadera fuerza a tener en cuenta, capaz de entregar hasta 613 CV de potencia y un par máximo de 2.780 Nm. La nueva generación de estos motores fue presentada recientemente en el INTERMAT 2024 de París.
Este motor, lanzado inicialmente en 1998, ha sido revisado progresivamente no solo para adaptarse a las normativas de emisiones cada vez más exigentes, sino también para responder a las nuevas necesidades que están surgiendo en un esfuerzo por reducir la huella de carbono. Esta adaptabilidad ha demostrado ser invaluable para una variedad de aplicaciones, desde el transporte pesado por carretera hasta la maquinaria de gran tamaño utilizada en la ingeniería civil, la minería y la agricultura.
Con el tiempo, Cummins ha demostrado su compromiso con la innovación y la sostenibilidad al apostar por una solución de motores diésel agnósticos. El término «agnóstico» aquí no se refiere a ninguna corriente filosófica o creencia religiosa, sino a la capacidad de un motor para funcionar con una gran variedad de combustibles.
Esto representa una aproximación agnóstica a la descarbonización del transporte, que debe abordarse desde diferentes tecnologías. Estas no solo incluyen los vehículos eléctricos de baterías e hidrógeno, sino también soluciones de combustión, como los combustibles neutrales y los biocombustibles. Un motor diésel agnóstico, como el de Cummins, debe ser capaz de funcionar con diferentes combustibles y mezclas de combustibles en diferentes proporciones sin requerir adaptaciones significativas.
La nueva generación del motor X15 de Cummins puede funcionar con proporciones del 20% de biodiésel, y también con gasóleos renovables en proporción de hasta el 100%. Este motor forma parte de la serie de plataformas agnósticas denominadas HELM (acrónimo de Higher Efficiency, Lower Emissions, Multiple Fuels), que se traduce como mayor eficiencia, menores emisiones y múltiples combustibles.
Además, el X15 de Cummins puede operar con proporciones de hidrógeno e incluso con gas natural. Existe una versión del motor, la X15N, que se basa en un enfoque modular que permite compartir buena parte del bloque del motor y la culata entre versiones destinadas a diferentes combustibles. Esto significa que las únicas diferencias entre los motores residen en las adaptaciones que se han instalado sobre la tapa de balancines.
En definitiva, Cummins continúa demostrando su capacidad para adaptarse y evolucionar en un mercado en constante cambio. Al hacerlo, está ayudando a mostrar que el diésel, lejos de ser una tecnología obsoleta, todavía tiene un papel crucial que desempeñar en el futuro del transporte.