En un esfuerzo por llamar la atención de las autoridades, los vecinos de Tongoy han levantado banderas negras en señal de protesta. Su demanda radica en la apertura del estero local al mar, que se ha convertido en un foco de estancamiento de agua y proliferación de mosquitos, afectando la calidad de vida en el balneario.
Raúl Postigo, presidente de la Junta de Vecinos N 29 de Tongoy, ha expresado su preocupación por la falta de respuesta de las autoridades regionales y comunales. Según sus palabras, el problema ha persistido durante dos años, a pesar de las múltiples reuniones y esfuerzos comunitarios para enfrentarlo.
La principal dificultad reside en un muro de arena que ha bloqueado la salida del agua del estero. Las autoridades hasta ahora han rechazado la posibilidad de remover el muro, justificándose en razones medioambientales. En respuesta a esta situación, hace unos meses, la comunidad decidió actuar por su cuenta y realizar las remociones, pero el problema no se resolvió debido a la necesidad de maquinaria especializada.
Postigo critica la falta de voluntad de las autoridades ambientales, de salud y del concejo municipal, en particular del alcalde Ali Manouchehri. Acusa al jefe comunal de haber decretado que el estero sea un humedal urbano sin consultar a la ciudadanía.
El presidente de la Junta de Vecinos lamenta que las leyes ambientales tienen prioridad sobre la salud de la gente. Además, menciona el temor de la población ante la presencia del dengue en países cercanos y se pregunta quién asumirá la responsabilidad si este problema de salud se presenta.
Por otra parte, el director del Departamento de Medio Ambiente de Coquimbo, Pedro Veliz, explica que la imposibilidad de abrir el estero se debe a su categoría de humedal, según la Ley de Medio Ambiente 19.300. También advierte que las personas que intervengan por su cuenta en el espacio podrían enfrentar consecuencias judiciales.
Veliz indica que las autoridades han abordado el problema, buscando soluciones y explicando la situación a la comunidad. En este sentido, se ha trabajado con Ceaza, que ha realizado un monitoreo del agua para verificar su calidad. Los informes han concluido que el agua está en buenas condiciones.
El director del Departamento de Medio Ambiente subraya que el cambio climático está provocando un impacto significativo en los humedales de la región. Más del 90% de ellos, incluido el estero de Tongoy, tienen una barrera de arena.
Ante la imposibilidad de abrir el estero, Veliz menciona otras opciones para enfrentar la alta presencia de mosquitos. Sugiere que los vecinos podrían instalar mallas en las ventanas y que la municipalidad podría realizar fumigaciones. El municipio cuenta con un Departamento de Higiene Ambiental dispuesto a prestar el servicio de fumigación.
Finalmente, el director del Departamento de Medio Ambiente de Coquimbo hace un llamado a la comunidad a aprovechar estas opciones y asegura que no existe riesgo de dengue. A pesar de las dificultades y las tensiones, se están explorando soluciones para proteger tanto el medio ambiente como la salud de los habitantes de Tongoy.