Desde Gran Bretaña llega un vehículo todoterreno que redefine la durabilidad y resistencia en los track days: el Range Rover Sport SV. Esta extraordinaria máquina no sólo cuenta con un motor impresionante, sino que también se ha equipado con una tecnología de frenado de vanguardia.
El Range Rover Sport SV presenta una robusta configuración de alta tecnología, con un motor V8 Biturbo y tecnología mild hybrid que despliega una potencia asombrosa de 635 caballos. Esta potencia monstruosa requiere un sistema de frenos igualmente impresionante para mantenerla a raya. Aquí es donde entran en juego los frenos carbocerámicos de última generación, que tienen un tamaño colosal de 440 milímetros.
Los frenos carbocerámicos del Range Rover Sport SV son opcionales, pero ofrecen un rendimiento y una resistencia insuperables. Estos frenos se equiparon con pastillas de freno Brembo Octyma con ocho pistones dispuestos en forma de cruz. Este diseño innovador garantiza una distribución de presión más uniforme sobre el disco de freno, lo que se traduce en un frenado más eficaz y un desgaste más uniforme de la pastilla de freno.
Para distinguir visualmente estos frenos carbocerámicos, se han pintado de un tono Carbon Bronze. Esta elección de color contrasta con el rojo de los frenos Dual-Cast. Sin embargo, en ambos casos, los clientes pueden optar por pinzas de freno en color negro.
Para poner a prueba la resistencia y durabilidad de estos frenos carbocerámicos, los ingenieros de Range Rover realizaron una prueba exhaustiva en el circuito de Portimao, al sur de Portugal. Cada vehículo de prueba dio 860 vueltas al circuito, recorriendo un total de 987 kilómetros, además de los 1.609 kilómetros recorridos antes de la prueba. Después de estas pruebas, los ingenieros descubrieron que las pastillas de freno todavía tenían un 30% de vida útil.
Los frenos carbocerámicos del Range Rover Sport SV también son 34 kilogramos más ligeros que los frenos Dual-Cast. Este ahorro de peso es significativo, ya que reduce la masa no suspendida del vehículo, mejorando así su rendimiento y manejo.
Además, para mejorar aún más la eficacia de estos frenos, el Range Rover Sport SV viene equipado con conductos de aire específicos para refrigerar los frenos carbocerámicos. Este sistema asegura que los frenos se mantengan en su ventana ideal de funcionamiento, ya que se enfrían más rápido que los discos de hierro. Además, el vehículo incorpora un sistema de frenado asistido integrado desacoplado, que refuerza la sensación constante del pedal de freno.
El Range Rover Sport SV también cuenta con el control de balanceo y cabeceo del sistema de suspensión 6D Dynamics, que contribuye a mantener la estabilidad del vehículo y a mejorar la eficacia del frenado. En las pruebas realizadas en el circuito de Portimao, la frenada antes de la primera curva, donde los vehículos llegaban a alta velocidad y con pendiente colina abajo, fue el punto más duro para los frenos carbocerámicos del Sport SV.
El Range Rover Sport SV, que se sitúa claramente como tope de gama, estará disponible para pedidos a partir del verano de 2024. Con su impresionante configuración y rendimiento, este vehículo no sólo es una opción inusual, sino también viable para rodar en circuito.