El progreso y la innovación en la industria alimentaria han demostrado ser sorprendentes, especialmente en la búsqueda de optimizar la sostenibilidad y enfrentar la escasez de recursos provocada por ciertos estilos de vida poco sostenibles. Conocemos el reaprovechamiento del CO2 en la industria del motor a través de los combustibles sintéticos, y ahora, nos topamos con productos alimenticios como barras de chocolate e incluso helados que aprovechan el poder de los microorganismos y el CO2.
Esta revolución alimentaria proviene de Finlandia, más específicamente de la empresa Solar Foods, ubicada cerca de la capital, Helsinki. En su fábrica, están poniendo a prueba la producción a gran escala de Solein, una proteína que combina el dióxido de carbono con un pequeño microorganismo. Este organismo es cultivado hasta crecer lo suficiente y luego se convierte en una especie de polvo amarillo con propiedades nutricionales. El proceso químico que se esconde detrás es similar a la fabricación y maduración del vino en las bodegas.
Este polvo amarillo, conocido como polvo de Solein, es un ingrediente que se puede usar para elaborar una variedad de productos. Hasta ahora, se han producido barritas de snacks utilizando Solein e incluso se ha creado un helado de chocolate con Solein. Esta innovación representa un avance en la agricultura celular, que busca la producción de proteínas para el consumo humano sin la necesidad de sacrificar animales. Además, sirve como respuesta a la fuerte huella de carbono que deja la industria de la carne.
Con su fábrica ya establecida cerca de Helsinki, Solar Foods tiene como objetivo alcanzar las 160 toneladas anuales de producción de polvo de Solein. Su nuevo bioreactor puede producir la misma cantidad de proteína Solein en un día que las proteínas lácteas que una granja con 300 vacas podría producir. Sin embargo, a diferencia de la producción láctea, la producción de Solein no depende del estrés medioambiental relacionado con la agricultura tradicional.
Aunque la idea de ‘picotear’ barritas de Solein durante los descansos de trabajo o estudio suena atractiva, todavía falta un paso importante: la aprobación reglamentaria. Cada producto dentro de la industria agroalimentaria debe ser aprobado por la autoridad competente dentro del gobierno del país en cuestión. Singapur ha sido el primer país en el mundo en dar luz verde al Solein, por lo que es probable que allí se vean por primera vez estos productos. Actualmente, Solar Foods está buscando la autorización de Solein en mercados de otras partes del mundo.
Este caso de innovación en la industria alimentaria es un ejemplo perfecto de cómo la ciencia y la tecnología pueden trabajar juntas para encontrar soluciones a los desafíos de sostenibilidad que enfrentamos en la actualidad. La capacidad de producir alimentos de manera más eficiente y con menos impacto en el medio ambiente es un paso importante para garantizar un futuro más sostenible para todos. Con empresas como Solar Foods a la vanguardia, podemos tener esperanza en un futuro alimentario más verde y sostenible.