El juicio oral en contra de los cuatro imputados por el secuestro de un menor de edad en la comuna de Illapel, Chile, tuvo un inicio accidentado debido a una pelea entre dos de los acusados. Este incidente ocurrió el 16 de octubre del año pasado, cuando un adolescente de 16 años fue secuestrado y se exigió un rescate de aproximadamente $150 millones.
La videollamada con la demanda de rescate fue recibida por la familia del adolescente. Sin embargo, varios días después, la víctima fue encontrada atada y amordazada en una cama en su lugar de cautiverio en Pichidangui. Los arrestados por este crimen fueron dos adultos y dos adolescentes, uno de los cuales era una ex pareja del adolescente secuestrado.
El juicio, que se está llevando a cabo en el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Ovalle, tuvo que posponerse debido a una pelea que ocurrió entre dos de los acusados mientras esperaban para dar su testimonio. Esto resultó en que sólo uno de ellos pudiera declarar en el primer día de juicio. El acusado confesó todos los hechos, pero debido al incidente, el avance del juicio fue menor al planeado originalmente.
Juan Dabed, el padre del adolescente secuestrado, señaló que la fiscalía está pidiendo 40 años de prisión para uno de los adultos con antecedentes penales y 27 años para el otro. En el caso de las dos mujeres adolescentes, se solicitan 5 años de prisión. Sin embargo, Dabed también indicó que su hijo aún sufre problemas psicológicos debido a la violencia y el impacto del delito.
El apoyo psicológico ha sido esencial para el bienestar del adolescente, quien no puede dormir ni salir sin compañía. La familia tuvo que contratar a una persona para que lo acompañe y lo traiga de la escuela. Esta situación, según Dabed, seguirá durante un largo periodo de tiempo.
Andrés Villalobos, fiscal de Illapel, informó que la Fiscalía acusó a todos los acusados por los delitos de sustracción de menores y porte ilegal de arma. Actualmente, la Fiscalía está a la espera de presentar sus pruebas mientras concluye la etapa de declaración de los acusados.
Este caso de secuestro ha conmocionado a la comunidad de Illapel y ha atraído la atención nacional en Chile. El juicio continuará en los próximos días, y se espera que la Fiscalía presente pruebas sólidas en contra de los acusados.
El incidente en el tribunal es un ejemplo de la tensión y las emociones que a menudo acompañan a estos casos de alto perfil. Este caso pone en relieve la importancia de que las víctimas de secuestro reciban el apoyo necesario para superar el trauma y la violencia que han experimentado. Además, subraya la gravedad del delito de secuestro y la necesidad de castigar severamente a los culpables para disuadir a otros de cometer delitos similares.