La Serena, ciudad chilena conocida por su vibrante actividad comercial, enfrenta un desafío importante: el retorno de los comerciantes ambulantes a sus calles. Después de su traslado al Mercado Central y debido a las bajas ventas resultantes, algunos vendedores han vuelto a las calles, desafiando las normativas locales y generando inquietudes sobre el comercio ilegal.
La Recova, un sector emblemático de la ciudad, es uno de los lugares donde las autoridades pretenden intervenir para erradicar esta práctica. El alcalde de La Serena, Roberto Jacob, ha estado en el centro de esta problemática, trabajando con el delegado presidencial Galo Luna y el prefecto de Coquimbo, Francisco Aravena, para encontrar soluciones.
Los comerciantes, en su mayoría, fueron reubicados en el Mercado Central, ubicado en la calle Cantournet 846. Sin embargo, se han quejado de la baja afluencia de público y de la falta de apoyo por parte del municipio. Como resultado, alrededor de una veintena de los 84 comerciantes que se habían instalado en el mercado han decidido regresar a las calles.
Durante una reunión de coordinación llevada a cabo en el municipio de La Serena, se analizó esta situación. Las autoridades enfatizaron el extenso historial de negociaciones y conflictos que se han enfrentado en los últimos años para erradicar a los ambulantes de las calles.
Una inversión considerable se realizó en el local ubicado en la calle Cantournet, y se señaló que los propios ambulantes son responsables de su administración. Las autoridades negaron las acusaciones de falta de ayuda, pero sí reconocieron la frustración de los ambulantes.
Los comerciantes, en su defensa, argumentan que no han logrado atraer clientes debido a la falta de seguridad y al ambiente poco propicio del lugar, marcado por peleas, gritos y consumo de marihuana. Ante esta realidad, se llegó a un consenso sobre la posibilidad de una intervención con la fuerza pública en el lugar.
El delegado presidencial, Galo Luna, mencionó que han estado llevando a cabo intervenciones a solicitud de vecinos y colectiveros en el sector de La Recova. «Hemos intensificado las fiscalizaciones, pasando de 2 mil a 6 mil. Continuaremos con otras intervenciones coordinadas con el municipio para recuperar este espacio emblemático y brindarle un impulso», afirmó.
En este sentido, Luna aseguró que también se comunicarán con los locatarios del Mercado Central para brindarles apoyo en áreas como ventas o marketing.
Por su parte, el alcalde de La Serena, Roberto Jacob, destacó la importancia de trabajar en colaboración y señaló que, gracias a esta reunión, pudieron identificar las verdaderas necesidades que deben abordarse de manera conjunta.
El prefecto de Coquimbo, el coronel de Carabineros Francisco Aravena, informó que ya tienen desplegado personal en el sector de La Recova, como parte de una coordinación previa. «Estamos llevando a cabo controles a personas y al comercio ambulante. Hace más de un mes se instaló un dispositivo de orden público en coordinación con la administración de ese recinto», explicó.
Una de las medidas que las autoridades están considerando es el cierre perimetral de La Recova, con el objetivo de controlar quiénes ingresan al recinto y erradicar el comercio ilegal.
Para analizar esta medida, se llevará a cabo una reunión con la administración de La Recova, buscando llegar a una solución conjunta. El alcalde Jacob enfatizó la importancia de estudiar esta iniciativa cuidadosamente y comprender cómo se llevará a cabo en la práctica.
En relación a las quejas de los locatarios del mercado sobre las bajas ventas, las autoridades reiteran que son ellos quienes deben tomar medidas, ya que, aseguran, sabían que llevaría tiempo para que las personas se acostumbraran a comprar en el lugar.
El alcalde de La Serena, Roberto Jacob, hizo un llamado a prevenir cualquier accidente en el que alguien resulte herido o peor, relacionado con las condiciones del muro de acceso del Mercado Central. «Aunque podría considerarse una excusa que buscan, la condición del muro es un tema que merece atención», afirmó.
En este contexto, el alcalde enfatizó la importancia de cuidar el patrimonio, pero también señaló que debe hacerse de manera equilibrada para evitar su deterioro. «A veces, el proceso para obtener una autorización para reparar un espacio puede llevar uno o dos años, y para entonces, lo que era un pequeño problema se ha convertido en una muralla completa que se está desmoronando», puntualizó.