El pasado viernes 12 de abril, la Dirección General de Aguas del MOP (DGA) aprobó, bajo ciertas condiciones, los acuerdos de redistribución de aguas presentados por la Junta de Vigilancia del río Rapel y la Junta de Vigilancia del río Mostazal. Esta decisión busca garantizar el abastecimiento de agua superficial necesaria para satisfacer la demanda de agua potable en la cuenca del Limarí.
Con la reciente reforma al Código de Aguas, la DGA posee la autoridad para tomar medidas que minimicen los daños derivados de la sequía durante periodos de escasez declarados oficialmente. Así, puede solicitar a las organizaciones de usuarios de las aguas que presenten acuerdos de redistribución con el fin de asegurar el consumo humano, el saneamiento y el uso doméstico de subsistencia.
La directora regional de Aguas, Cinthya Álvarez, quien ha sostenido reuniones con diversos actores de la cuenca, tanto de Limarí, como de Elqui y Choapa, destacó la gravedad de la situación. En relación a esto, apuntó que la región de Coquimbo enfrenta una sequía de gran magnitud, especialmente en la cuenca del Limarí. Esta situación obliga a trabajar en conjunto y a buscar acuerdos que aseguren el abastecimiento de agua para el consumo humano, pero que también permitan mantener la disponibilidad de agua para actividades productivas.
Se resalta que en la región, el primer acuerdo de redistribución aprobado fue el presentado por la Junta de Vigilancia del río Elqui, con el objetivo de asegurar el abastecimiento para el consumo humano en La Serena y Coquimbo. Posteriormente, se aprobó el acuerdo presentado por la Junta de Vigilancia del río Grande y Limarí y sus afluentes, con el propósito de proveer un caudal permanente a las plantas de agua potable de Ovalle y Sotaquí.
La DGA supervisará estrictamente el cumplimiento de estos acuerdos, los cuales están sujetos a revisión y modificación según la disponibilidad de las fuentes naturales de agua. Álvarez concluyó enfatizando la necesidad de estos acuerdos para priorizar el consumo humano. A pesar de que las recientes precipitaciones han acumulado algo de nieve y agua en los embalses, la situación sigue siendo crítica y no es suficiente para revertir los efectos de 14 años de sequía y del cambio climático en la región.
Es importante mencionar que solo en la cuenca del río Limarí existen 8 Juntas de Vigilancia, de las cuales ya son 3 a las que la DGA les ha aprobado los acuerdos de redistribución presentados. Actualmente, se están revisando los acuerdos presentados por la Junta de Vigilancia del río Hurtado y sus afluentes, la Junta de Vigilancia del río Huatalume, la Junta de Vigilancia del río Combarbalá y sus afluentes, la Junta de Vigilancia del río Pama y la Junta de Vigilancia del río Cogotí.