En un notable giro de acontecimientos, la minera chilena Tres Valles, que había solicitado su liquidación voluntaria, ha conseguido evitar su cierre definitivo gracias a una inversión de 50 millones de dólares por parte de dos fondos de inversión ingleses, Javelin y Kimura. Este inesperado salvavidas financiero se produce en un momento en que la empresa ha estado luchando contra una serie de desafíos, incluyendo la escasez hídrica, la pandemia de covid-19 y la incapacidad para obtener recursos financieros.
Según la información recogida por el Diario Financiero, Javelin y Kimura han invertido alrededor de un millón de dólares para fomentar la exploración de nuevos yacimientos de minerales. Este movimiento, además de garantizar la supervivencia de Tres Valles, también tiene como objetivo estimular la adquisición de minerales a pequeños productores en la provincia de Choapa.
Con este impulso financiero, Tres Valles planea negociar con alrededor de 100 mineros de Salamanca e Illapel para comprar más de 300 toneladas de mineral de cobre en los próximos meses. Este movimiento estratégico no sólo fortalecerá las operaciones de la empresa, sino que también tendrá un impacto positivo en la economía local al apoyar a los mineros locales.
Además, Tres Valles tiene planes de presentar una declaración de impacto al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) con el objetivo de extender la vida útil de la mina hasta el año 2035. Esto no sólo permitirá a la empresa continuar su operación durante un período más largo, sino que también ayudará a garantizar la estabilidad del empleo en la región.
Marcos Carrasco, presidente de la Multigremial de la Región de Coquimbo, ha saludado esta noticia como un desarrollo positivo. Según Carrasco, «esta es una muy buena noticia, por cuanto esta empresa minera podrá continuar con su operación. Su situación era bastante delicada, pero encontraron financiamiento. Este sector productivo es importante para el aumento del Producto Interno Bruto (PIB), sobretodo, considerando el escenario actual de la agricultura».
Por su parte, Ricardo Guerrero, gerente de la Corporación Industrial de Desarrollo Regional (CIDERE) de Coquimbo, también ha expresado su satisfacción con esta noticia. Según Guerrero, «ciertamente, el hecho de que cualquier empresa de la región logre revertir un momento difícil es una buena noticia para todos; hay empleos que dependen de ello, comunidades, actividad económica que se pierde cuando una empresa se ve obligada a cerrar. En el caso de Minera Tres Valles, nos alegra tanto desde esta perspectiva general, como por la posibilidad de que se reanuden las compras de mineral a productores locales y posiblemente, iniciar nuevas exploraciones».
En su petición de quiebra, realizada en diciembre de 2022 ante el 28º Juzgado Civil de Santiago, Minera Tres Valles afirmaba que, a pesar de las lamentables pérdidas de empleo y relaciones comerciales con los proveedores locales, “la administración no puede más que solicitar su propia liquidación concursal”.
En diciembre de 2019, la empresa logró cerrar un acuerdo entre Anglo American y un fondo de inversión, sin embargo, éste sólo significó la entrada de recursos económicos por US$10,2 millones, tras pagar líneas de créditos, sus gastos de emisión además de dejar una reserva como depósito en garantía pedida por el mismo préstamo.
La empresa también había indicado una serie de factores que perjudicaron su posición financiera, lo que dificultaba su continuidad operacional. Entre estos se incluían «importantes créditos impagos con diversos acreedores que no se encuentran afectos al acuerdo de reorganización judicial».
Finalmente, en octubre de 2023, Minera Tres Valles solicitó al SEA retrasar el término de su operación al año 2026, ya que había extraído y procesado por menos tiempo de lo pronosticado en el desarrollo inicial. Con la nueva inversión y planes en marcha, se espera que la empresa pueda revertir su fortuna y seguir siendo un actor clave en la industria minera chilena.