En un giro inesperado de eventos, los habitantes de la región se encontraron con centros de atención primaria cerrados durante la madrugada del miércoles. Este cierre fue el resultado de una movilización por parte de la Confederación Nacional de Funcionarios de Salud Municipal (CONFUSAM), que paralizó las actividades de estos centros hasta el jueves 18 de abril.
Los pacientes, muchos de los cuales habían llegado temprano para reservar citas o someterse a exámenes, se encontraron con las puertas cerradas y los servicios interrumpidos. Muchos de estos pacientes no estaban al tanto de la huelga de la CONFUSAM, lo que provocó confusión y frustración.
Carmen Rivera, una paciente del CESFAM Dr. Emilio Schaffhauser, compartió su experiencia: su madre tenía una cita para un examen ese día, pero no fueron notificadas de la huelga. Rivera cuestionó la falta de comunicación y transparencia por parte de los oficiales de salud.
Otro paciente, Justo Poblete, compartió una experiencia similar. A pesar de su dolor intenso en el hombro, le informaron que solo se estaban atendiendo casos de emergencia.
En medio de la huelga, el CESFAM Pedro Aguirre Cerda de La Serena parecía desolado, con solo una pequeña cantidad de personas presentes para vacunarse o recoger alimentos y medicamentos. Los funcionarios que realizaban turnos éticos confirmaron que el servicio de atención urgente del centro seguiría funcionando normalmente, y que las citas programadas se reprogramarían a partir del viernes.
La Corporación Municipal Gabriel González Videla informó que el jueves, la atención primaria de Salud (APS) ofrecería atención a pacientes del área de salud mental en riesgo, curaciones avanzadas según criterio profesional, urgencias dentales hasta las 10 horas, y que todos los servicios de SAPU y SAR, además de la botica ciudadana, atenderían en horarios normales.
La huelga, aunque inconveniente para los pacientes, tiene como objetivo llamar la atención sobre las demandas de los trabajadores de la salud. Estas demandas incluyen la entrega del bono de incentivo al retiro, un pago que muchos de los trabajadores de la salud llevan tiempo esperando.
Durante la huelga, los trabajadores de la salud marcharon por las calles de La Serena, y las mismas acciones se llevaron a cabo en todas las capitales provinciales.
Carlos Fuster, presidente de la CONFUSAM La Serena, explicó que el bono es un pago para la jubilación de los trabajadores, pero ha habido un retraso de al menos dos años en la entrega de este beneficio. Fuster también mencionó la importancia de las pasantías nacionales e internacionales para la actualización de conocimientos y para brindar una mejor atención a los usuarios, y señaló otro bono llamado «trato a usuario», que se ajusta anualmente en los hospitales pero es un monto fijo en la salud primaria.
A pesar de la confusión y la frustración, Fuster aseguró que se habían colocado carteles anunciando la huelga con antelación y que se estaban realizando turnos éticos para atender a los casos más complejos, incluidas las urgencias obstétricas y las más urgentes de salud mental.