El miércoles pasado, durante el concejo comunal celebrado en Coquimbo, el tema de los campamentos y los comités de vivienda fueron una de las cuestiones principales a tratar. Lo que parecía una sesión de concejo convencional, rápidamente se transformó en un ambiente tenso a raíz de un acalorado intercambio de palabras entre los concejales Guido Hernández y Pablo Galleguillos.
El conflicto surgió cuando Hernández expresó desde el inicio de la administración actual su preocupación porque la oficina de campamentos no avanzaba. Aseguró que el alcalde había comprometido la llegada de un especialista en el tema con el objetivo de tener un «plan de trabajo más robusto y más claro».
De manera más contundente, Hernández acusó a la administración actual de negarse a la entrega de agua para fines humanitarios, y afirmó que existen denuncias de violaciones a los derechos humanos en este asunto, lo que resulta grave debido a las familias afectadas.
Además, señaló que esta actitud por parte del municipio estaría alimentando un aire de estigmatización hacia los loteos irregulares. Según Hernández, estos se producen debido a la incapacidad del Estado para proporcionar una solución habitacional a tiempo.
Hernández cuestionó la falta de claridad en torno a esta materia, aludiendo a que su colega, Pablo Galleguillos, habría participado en ello. «Hace poco tiempo se realizó una actividad política donde se citaron a todos los comités de vivienda y los vecinos salían contentos con una hoja, porque pensaban que era un subsidio. Pero en realidad era una atención del SERVIU (Servicio de Vivienda y Urbanización) donde se recogía la solicitud», afirmó Hernández, cuestionando si esto se había hecho con fines electorales.
Frente a estas acusaciones, Galleguillos, quien actuaba como presidente del concejo, interrumpió a Hernández, anunciando que iba a censurar todo lo que estaba diciendo. «Usted conoce el reglamento y no se venga a victimizar y está haciendo el ridículo frente a la gente, porque les está vendiendo humo», aseveró Galleguillos.
Galleguillos cerró su intervención diciendo: «Yo no le miento a las personas, hay que hacerse responsable con lo que se está diciendo ya que hay familias que han estado esperando».
Este incidente en el concejo comunal de Coquimbo destaca la tensión existente entre los miembros de la administración local sobre cómo abordar los problemas de vivienda en la región. Mientras tanto, las familias que viven en campamentos y esperan una solución a sus problemas de vivienda, quedan atrapadas en medio de este conflicto político. Con acusaciones de estigmatización, violaciones a los derechos humanos y promesas de subsidios no cumplidas, queda claro que la resolución de estos problemas de vivienda sigue siendo un desafío importante para la administración de Coquimbo.