El Juzgado de Garantía de La Serena ha dictaminado el sobreseimiento definitivo de la causa en contra de los militares A.A.T.S., K.M.G.M. y S.M.J.A.G. Estos militares habían sido acusados por el Ministerio Público de obstruir la investigación del Caso Romario, un caso de alta trascendencia que tuvo lugar en octubre de 2019.
Durante la audiencia de juicio oral simplificado, el magistrado Carlos Jorquera Peñaloza decidió sobreseer definitivamente a los acusados, sosteniendo que los cargos presentados por la fiscalía no constituían un delito. Según el fallo, para que existiera el delito de obstrucción, los acusados debieron haber aportado información falsa que hubiera llevado al Ministerio Público a tomar o dejar de tomar acciones de investigación.
Las defensas de los militares argumentaron que las declaraciones de sus clientes, aunque consideradas falsas por el Ministerio Público, no habían obstaculizado la investigación ni habían impedido identificar a los responsables del hecho punible. El tribunal estuvo de acuerdo con esta argumentación, señalando que no se proporcionó ninguna descripción concreta de cómo las declaraciones de los acusados afectaron la investigación.
El fiscal presente en la audiencia reconoció que las declaraciones de los acusados no fueron un obstáculo para llevar a cabo todas las investigaciones necesarias para la resolución del caso. Por tanto, el tribunal concluyó que los hechos investigados no cumplían con los criterios de delito, sobreseyendo a los acusados y condenando al Ministerio Público a pagar las costas del proceso.
Según la acusación del Ministerio Público, el 20 de octubre de 2019, los militares acusados actuaron como jefes de escuadra del Ejército durante los incidentes en el centro comercial Mall Plaza La Serena. La intervención de los militares resultó en la muerte de Romario Veloz y las heridas graves de César Véliz, ambos causados por impactos de balas de guerra.
El oficial A.A.T.S. no informó que dos subalternos bajo su mando habían utilizado los fusiles Galil que llevaban con munición de guerra. Durante la investigación, A.A.T.S. sostuvo falsamente que había realizado un conteo riguroso de la munición de fogueo y de guerra utilizada por la escuadra.
El subteniente K.M.G.M. fue acusado de firmar el recibo de devolución de un fusil utilizado en los incidentes, que había sido disparado con munición de guerra según los peritajes. K.M.G.M. también informó falsamente que el fusil no había sido utilizado el día de los incidentes.
Por último, S.M.J.A.G. ocultó que había disparado munición de guerra con el fusil que portaba y afirmó falsamente que había realizado un conteo adecuado de la munición de guerra y fogueo utilizada por la escuadra bajo su mando después del incidente.