El Mercado Central de La Serena, inaugurado hace poco más de cuatro meses, está enfrentando una crisis de ventas y afluencia de público. Los comerciantes del mercado, ubicado en la calle Cantournet 846, reportan ventas mínimas diarias y mercancía que se pudre sin ser comprada. Este mercado fue construido como parte del Plan de Recuperación de Espacios Públicos con el objetivo de proporcionar a los vendedores ambulantes de la calle Cordovez un espacio de venta formal y despejar la vía pública.
El mercado tiene una superficie de 2.150 metros cuadrados y cuenta con 84 módulos de 2,5 por 2,5 metros. No obstante, en su mayoría, estos módulos se encuentran cerrados y un número considerable de vendedores ha optado por regresar a las calles, particularmente en los alrededores de La Recova.
Francisco Contreras, presidente interino de la directiva de los vendedores del Mercado Central de La Serena, destaca que de los 84 comerciantes originales, 16 ya han abandonado el lugar debido a la incapacidad de cubrir el alquiler y los gastos comunes, que suman 100 mil pesos. Muchos de los comerciantes que no lograron obtener ganancias en el mercado han vuelto a las calles para mantenerse, ya que no recibieron el apoyo esperado de las entidades públicas.
La frustración de los comerciantes se refleja en las palabras de Contreras: “Ver que esto no está resultando, es bien penoso, porque era un sueño que teníamos. Hubo mucho discurso y el señor alcalde durante la inauguración dijo que no nos iba a dejar solos, pero pasaron cuatro meses y no han venido siquiera a preguntar cómo estamos”.
Los comerciantes del mercado se sienten estigmatizados y desean ser reconocidos como comerciantes legítimos, no como vendedores ambulantes. A pesar de los desafíos, estos comerciantes están comprometidos a hacer todo lo posible para mantener el mercado en funcionamiento y aseguran que el recinto es seguro para los clientes, con guardias y cámaras de seguridad instaladas.
Uno de los problemas que enfrenta el mercado es el muro de la calle Cantournet, que presenta un riesgo inminente de derrumbe. Un informe de un experto ha sido enviado a las autoridades, pero aún no han recibido respuestas. El estado del muro desanima a las personas a entrar al recinto, lo que agrava aún más el problema de la baja afluencia de público.
Ante la situación, Gonzalo Arceu, director de seguridad ciudadana del municipio de La Serena, rechaza las afirmaciones de que el municipio no ha brindado ayuda a los comerciantes. Afirma que el municipio invirtió un monto considerable en la construcción de los módulos y que se les brindó asesoramiento durante la creación de la federación de comerciantes. Además, sostiene que el municipio ha apoyado a los comerciantes con la organización de eventos y la difusión en sus plataformas digitales.
Arceu sostiene que los comerciantes han actuado de manera «injusta» y «prepotente», y agrega que el municipio ha tenido todas las instancias para poder apoyarlos. Sobre el problema del muro, aclaró que el dueño del recinto está haciendo gestiones, pero esto toma tiempo, ya que deben ser autorizados por Monumentos Nacionales.
El retorno de algunos comerciantes a las calles ha provocado la intervención del municipio junto con Carabineros para recuperar el espacio público. Asegura que como municipio no permitirán que los comerciantes vuelvan a las calles.
La situación del Mercado Central de La Serena destaca la difícil transición de los vendedores ambulantes a un espacio de venta formal y los desafíos que enfrentan para mantenerse en un mercado con baja afluencia de público y altos costos operativos. A pesar del apoyo afirmado por el municipio, los comerciantes se sienten abandonados y luchan por mantener sus negocios a flote en medio de la crisis.