El Gobierno de Chile ha descartado la posibilidad de romper relaciones diplomáticas con Venezuela, a pesar de la tensión generada por el crimen del exmilitar Ronald Ojeda. La portavoz del gobierno chileno, la ministra Camila Vallejo, afirmó en una conferencia de prensa celebrada el lunes que romper las relaciones diplomáticas con Venezuela sería «regalar la impunidad a los delincuentes».
La ministra Vallejo enfatizó la importancia de la cooperación con el gobierno de Nicolás Maduro en este delicado asunto. Según ella, «la relación diplomática es clave para garantizar que no haya impunidad». Vallejo insistió en la necesidad de actuar con inteligencia y aprovechar todas las herramientas diplomáticas disponibles, así como los convenios y tratados internacionales.
El crimen de Ojeda ha sido calificado por el Ministerio Público como un «crimen político», y se sospecha que fue organizado desde Venezuela. En este sentido, la seguridad de los ciudadanos es una de las principales preocupaciones del Gobierno chileno. Vallejo destacó la identificación de gran parte de los sospechosos del crimen de Emanuel Sánchez, un sargento acribillado por ciudadanos venezolanos.
«Frente a estos lamentables casos que hemos tenido que conocer, la buena noticia es que las instituciones están funcionando», declaró Vallejo. Con estas palabras, la ministra reafirmó la postura del presidente de la República, Gabriel Boric, quien ha asegurado que no se permitirá la impunidad.
El Gobierno chileno, por lo tanto, ha exigido la máxima colaboración de Venezuela en el caso de Ojeda. «Sabemos que parte de los implicados habría operado y está en el territorio de Venezuela», afirmó Vallejo. Por esta razón, es imprescindible que para avanzar en justicia y garantizar la no impunidad, se cuente con la colaboración del gobierno vecino, su Cancillería y su Fiscalía.
La ministra Vallejo también hizo hincapié en que la colaboración con Venezuela es necesaria no sólo para esclarecer el crimen de Ojeda, sino también para llevar a cabo la expulsión de los venezolanos que han ingresado de manera irregular al país. «Necesitamos el máximo intercambio de información, no sólo para identificar a aquellos que están en Chile de manera irregular, sino para proceder a sus expulsiones como corresponde», dijo.
Estas declaraciones llegan en un momento de creciente tensión en las relaciones entre Chile y Venezuela. A pesar de los desafíos, el gobierno chileno parece estar comprometido con mantener las relaciones diplomáticas y trabajar de manera conjunta para resolver los problemas existentes.
Es importante subrayar que las autoridades chilenas han expresado su confianza en que las instituciones están funcionando correctamente y han reafirmado su compromiso con la justicia. Sin embargo, queda por ver cómo se desarrollarán los acontecimientos y si la colaboración entre ambos países logrará dar frutos en la resolución de estos delicados casos.