El pasado jueves, la tranquilidad de la comuna de Los Vilos en Chile fue perturbada por un evento sombrío. En la Ruta D47, que une esta comuna con Illapel, se encontró el cuerpo de un hombre de 30 años. No se trataba de un accidente de tráfico o un suceso fortuito, el hombre había sido asesinado, presentaba impactos balísticos en su cuerpo.
El cadáver fue hallado en el kilómetro 19, a la altura de la cuesta Cavilolén. Un tramo de carretera que, a partir de ese momento, se convertiría en el escenario de un nuevo caso policial que se sumaría a las estadísticas de crímenes en la región.
La noticia del hallazgo movilizó rápidamente a las autoridades locales. Es de vital importancia que los primeros momentos después del descubrimiento de un crimen se manejen con precisión y rapidez, ya que es durante este período que la mayoría de las pruebas físicas se encuentran intactas y pueden ser recogidas sin contaminación. Por ello, el Equipo de Crimen Organizado y Homicidios (ECOH) de la Fiscalía de Coquimbo se desplazó hasta el lugar para coordinar las diligencias necesarias que permitirán esclarecer este caso.
Pero el ECOH no estuvo solo en esta tarea. La Brigada de Homicidios (BH) de la Policía de Investigaciones también se hizo cargo del caso. Este equipo, compuesto por profesionales altamente capacitados en la investigación de asesinatos, fue el encargado de llevar a cabo el trabajo de campo.
El subprefecto José Cáceres, jefe de la BH de La Serena, compartió detalles sobre el inicio de la investigación. Según sus palabras, «por instrucción del Ministerio Público los detectives de la Brigada de Investigación Criminal Illapel concurren de madrugada al sitio del suceso y participan en la investigación con apoyo del equipo Ecoh».
Una parte clave de este trabajo inicial de la Brigada de Homicidios y el ECOH es el análisis externo policial del cadáver. Este análisis no solo busca confirmar las causas físicas de la muerte, sino también recolectar cualquier evidencia que pueda estar presente en el cuerpo de la víctima. En este caso, la presencia de impactos balísticos ya indicaba una muerte violenta. Sin embargo, cualquier otra evidencia en el cuerpo podría ayudar a los investigadores a esclarecer más detalles sobre el crimen.
El subprefecto Cáceres también mencionó que la investigación ya tiene una línea inicial a seguir. Según sus palabras, el cadáver «presenta evidencias de la participación de terceros«. Esto significa que, en este punto, la hipótesis principal es que la víctima fue asesinada por una o varias personas.
Este nuevo caso de homicidio en la comuna de Los Vilos es un recordatorio de la persistente realidad de la violencia en nuestra sociedad. Las autoridades están trabajando diligentemente para esclarecer este crimen y llevar ante la justicia a los responsables. Mientras tanto, el resto de nosotros debemos permanecer vigilantes y cooperar con las autoridades en todo lo que podamos para ayudar a prevenir y resolver estos trágicos casos.