La grave sequía que afecta a la Región de Coquimbo ha generado múltiples propuestas para tratar de afrontarla. Una de las iniciativas más destacadas ha sido la propuesta de la Junta de Vigilancia del Río Elqui, que sugiere la estimulación de nubes, también conocido como bombardeo o siembra. Este proceso consiste en inducir precipitaciones a través del uso de yoduro de plata y dióxido de carbono congelado.
Esta técnica ya se utilizó en años anteriores, aunque no obtuvo los resultados esperados. Sin embargo, se encuentra actualmente en tramitación con la esperanza de generar lluvias en la provincia norte de la región. Se está gestionando esta medida para la Provincia del Elqui, y existe la posibilidad de replicarla en el Limarí. Para ello, se deben realizar estudios, como afirma Christian Álvarez, el seremi de Agricultura, quien detalla los procesos a desarrollar.
El primer paso es conocer la metodología de evaluación que será desarrollada por el CEAZA, según lo solicitado por CORPAN. Posteriormente, los resultados obtenidos deberán ser evaluados para determinar si han sido acordes a la inversión realizada y a los costos de su aplicación. Estos se compararán con otras medidas de mitigación propuestas, como la carretera hídrica y la construcción de plantas desaladoras.
En este contexto, el presidente de la Junta de Vigilancia del Río Limarí y Río Grande, José Eugenio González, respalda esta y otras propuestas que se presenten para hacer frente a la crítica situación actual. González señala que, a pesar de la dificultad para determinar si las precipitaciones son resultado del bombardeo o se producen naturalmente, cualquier esfuerzo es bienvenido.
La provincia, explica González, se encuentra en una situación muy difícil. Actualmente, están cumpliendo con la resolución de acuerdo de distribución de la Dirección General de Aguas, pero la situación se complica debido a las restricciones impuestas. La única esperanza es que llueva. Actualmente, el embalse La Paloma cuenta con aproximadamente 14 a 15 millones de metros cúbicos de agua.
Mientras tanto, la Junta de Vigilancia continúa avanzando en otras iniciativas. González concluye que, dada la gravedad de la situación, cualquier medida que pueda adoptar el gobierno será de gran ayuda. Además, están llevando a cabo trámites para trasvasar agua de cuenca a cuenca. En este momento, ninguna opción puede ser descartada, ya que todas son útiles para enfrentar las actuales condiciones de sequía.