El diseño biofílico es una tendencia emergente en el campo de la arquitectura y el diseño de interiores que va más allá de un mero estilo decorativo. Se trata de un enfoque que busca la creación de espacios sostenibles y armoniosos, los cuales se conectan con el medio ambiente y reflejan el vínculo intrínseco del ser humano con la naturaleza.
El término biofilia, acuñado a finales del siglo XX, se refiere a la conexión instintiva que sentimos hacia otras formas de vida. Esta conexión es innata, universal y refleja el vínculo esencial que nos une con el entorno natural. Sin embargo, el crecimiento acelerado de las áreas urbanas ha creado una brecha entre los seres humanos y la naturaleza, generando un desajuste significativo con el medio ambiente al que nuestra especie se ha adaptado a lo largo de su evolución. Este alejamiento tiene consecuencias adversas potenciales para la salud, el bienestar y la calidad de vida de las personas.
El diseño biofílico surge como respuesta a esta situación. Busca reintegrar elementos de la naturaleza en la arquitectura y el diseño de interiores, superando la simple adición de plantas y áreas verdes. Este enfoque procura crear entornos que reflejen la conexión intrínseca con el mundo natural. Aunque la incorporación de elementos naturales en espacios predominantemente humanizados puede percibirse como una tendencia reciente, la integración de la naturaleza en la vida cotidiana es una práctica milenaria en la historia humana.
Diversos estudios han demostrado una correlación entre el contacto con la naturaleza, tanto en entornos al aire libre como en interiores, y una mejor salud y bienestar. Estas investigaciones a menudo se centran en el impacto de los entornos visuales naturales como factor beneficioso en la salud física y mental, por ejemplo, a la hora de reducir el estrés. La belleza de la naturaleza, como una puesta de sol, el vuelo de una bandada de pájaros o un gran bosque, se asocia frecuentemente con experiencias agradables, lo que favorece el bienestar general.
No obstante, el diseño biofílico va mucho más allá de la simple inclusión de plantas en nuestras casas u oficinas. Este enfoque introduce elementos que apelan a todos nuestros sentidos: vista, olfato, oído y tacto. Por ejemplo, se pueden incorporar sonidos relajantes de la naturaleza, olores frescos y espacios abiertos que ofrecen una conexión visual con el entorno natural.
El diseño biofílico también es muy relevante en el ámbito laboral. Oficinas y espacios de trabajo pueden beneficiarse enormemente de esta tendencia, ya que se ha demostrado que la presencia de elementos naturales en el entorno laboral puede tener efectos positivos en el rendimiento, la salud y el bienestar de los empleados.
Para conseguir un entorno artificial que se conecte con la naturaleza a través del diseño biofílico, se pueden seguir los siguientes puntos clave:
1. Conexión visual con la naturaleza: procurar vistas al exterior, especialmente si se observan entornos naturales como jardines, bosques, montañas o zonas de agua.
2. Integración de vegetación: las plantas y jardines interiores no solo purifican el aire, sino que también aportan frescura, fragancia y vitalidad a las estancias.
3. Maximizar la luz natural: los grandes ventanales y tragaluces permiten la entrada abundante de luz solar, mejorando la iluminación interior y regulando los ciclos naturales de los habitantes de la casa.
4. Materiales naturales y texturas: como madera, piedra, lana y otros elementos naturales en la construcción y el diseño interior de la casa para crear una sensación de calidez y conexión con la naturaleza.
5. Formas y patrones orgánicos: que referencien a las figuras o diseños de la naturaleza con formas curvas e imperfectas, tanto en edificios como en el mobiliario de interiores.
6. Colores inspirados en la naturaleza: como los tonos tierra, ocres y terracotas, pero también vibrantes como el azul cobalto y el verde esmeralda.
7. Calidad del aire: la distribución de los espacios debe facilitar la circulación de aire natural.
8. Presencia de agua: incorporar elementos acuáticos como fuentes, estanques o pequeñas cascadas para crear un ambiente único y dinámico.
9. Recrear los sistemas y procesos naturales: diseñar espacios versátiles que puedan satisfacer las necesidades cambiantes de los residentes.
10. Sostenibilidad: incorporar prácticas y tecnologías sostenibles en el diseño y la construcción de edificios.
En resumen, el diseño biofílico es una poderosa herramienta para crear espacios que nos reconecten con la naturaleza, fomentando nuestra salud y bienestar y ayudándonos a vivir de una manera más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.