Intel, uno de los gigantes tecnológicos más reconocidos a nivel mundial, ha visto cómo sus acciones han experimentado una caída superior al 5% en la jornada prebursátil del miércoles. Este desplome se produce después de que la compañía haya publicado los resultados de su negocio de fabricación de semiconductores que, para decepción de los inversores y analistas, ha registrado una pérdida operativa de 7.000 millones de dólares.
La información se ha conocido a través de una presentación enviada a la Comisión de Bolsa y Valores de EEUU (SEC), en la que se detalla que el negocio de fabricación de semiconductores de Intel, también conocido como negocio de fundición, experimentó esta pérdida en el año 2023 a pesar de contar con ventas de 18.900 millones de dólares. Esta pérdida supera la de 5.200 millones de dólares que la compañía anunció para su negocio de fundición en 2022, entonces sobre 27.500 millones de dólares en ventas.
Es la primera vez que Intel revela los ingresos totales de su negocio de fundición de manera aislada. Según la compañía, la mayor parte de estos ingresos provienen actualmente de sus propias operaciones. Históricamente, Intel siempre ha diseñado y fabricado sus propios chips, informando a sus inversores de las ventas finales de estos productos. A diferencia de otros competidores estadounidenses de semiconductores, como Nvidia o AMD, que diseñan sus chips, pero los envían a fundiciones asiáticas, a menudo a TSMC de Taiwán, para su fabricación.
En la documentación remitida a la SEC, Intel ha explicado que espera que las pérdidas de su negocio de semiconductores alcancen su punto máximo en 2024 y pasen a un punto de equilibrio «a mitad de camino» entre ese punto y finales de 2030. Según el CEO de la compañía, Patrick Gelsinger, «Intel Foundry impulsará un crecimiento considerable de las ganancias de Intel con el tiempo. 2024 es el punto más bajo para las pérdidas operativas de la fundición».
En un vídeo promocional, Intel atribuye gran parte de la falta de rentabilidad de su negocio de fundición al «peso de decisiones pasadas». De hecho, Gelsinger ha citado la «lenta» adopción por parte de la empresa de una tecnología EUV, que se utiliza para hacer los chips más avanzados, como parte del problema.
Además de continuar fabricando sus propios procesadores, Intel ha elaborado un plan para iniciar un negocio de fundición externo para fabricar chips para otras empresas. Ya ha anunciado que Microsoft utilizará sus servicios de fundición y que cuenta con 15.000 millones de dólares en fondos para este propósito.
El papel de Intel como una de las únicas empresas estadounidenses que fabrican semiconductores en suelo estadounidense ha sido una de las principales razones que le ha llevado a lograr casi 20.000 millones de dólares en financiación del gobierno el mes pasado.
Finalmente, en la nota remitida a la SEC, Intel también ha explicado que ha reformulado sus divisiones. La recién organizada división de Productos, que consta principalmente de procesadores para PC y servidores, ha cosechado 11.300 millones de dólares en ingresos operativos sobre 47.700 millones en ventas en 2023.