El reconocido crítico de Tesla y socio gerente del fondo de cobertura Clean Energy Transition, Per Lekander, ha declarado en una reciente entrevista concedida a CNBC que, según su opinión, Tesla se encuentra en el principio del fin de su burbuja bursátil, la mayor de la historia moderna. Lekander fue más allá para sugerir que la empresa de Elon Musk podría llegar a quebrar.
Lekander es un personaje conocido en el mundo de las inversiones y las finanzas, habiendo trabajado anteriormente en la firma de inversión Lansdowne Partners. Fue en esta firma donde en 2018 alertó sobre un ‘rally’ en los precios del carbono. Desde 2020, Clean Energy Transition ha mantenido una posición corta en las acciones de Tesla, lo que significa que la firma de Lekander se beneficiaría si las acciones de Tesla caen.
Estas declaraciones llegan en un momento en que Tesla ha informado de una sensible reducción en las entregas de vehículos durante el primer trimestre de 2024. En cifras concretas, Tesla entregó 386.810 vehículos entre enero y marzo, una cifra que supone un 8,5% por debajo de la cifra de 2023 y que también cae por debajo de las previsiones más pesimistas del mercado.
La producción de Tesla también ha sido inferior a la del año pasado, con 433.371 vehículos producidos en 2024 en comparación con los 440.808 vehículos de 2023. Lekander ha sugerido que las acciones de Tesla podrían llegar a valer solo 14 dólares, lo que representaría una caída del 90% en comparación con los precios de cierre del pasado martes. Según Lekander, la falta de crecimiento real de la compañía debería reflejarse en un valor de 10 veces los beneficios futuros, en lugar de los 58 actuales.
Lekander cree que Tesla perderá aún más valor, a pesar de haber perdido ya alrededor de un 33% en lo que va de año. En su opinión, es imposible que la acción caiga por debajo de cierto nivel, ya que cree que Tesla acabará quebrando. No ve ninguna razón para que haya una recuperación en los próximos dos años, dado que los modelos de vehículos son anticuados y la economía no está creciendo.
En cuanto a la gestión de la compañía, Lekander criticó el modelo de integración vertical de Tesla, que implica que la empresa gestiona casi todas las partes del proceso, desde la fabricación hasta la venta al cliente. Según Lekander, esto puede resultar perjudicial si las ventas caen.
Además, Lekander señaló que algunos de los problemas de Tesla tienen que ver con interrupciones en la cadena de suministro y la fabricación de vehículos, problemas reconocidos por la propia Tesla. Este año, la compañía ha tenido que suspender la fabricación de coches en su gigafactoría de Alemania en dos ocasiones debido a ataques de los rebeldes hutíes en Yemen y a un sabotaje eléctrico.
Numerosos analistas han mostrado su pesimismo acerca del futuro a corto plazo de Tesla, especialmente después de que la compañía no lograse convencer al mercado con su último informe de resultados. Estrategas reconocidos como Dan Ives, de Wedbush Securities, criticaron duramente la falta de orientación de la compañía y advirtieron sobre la poca confianza que tienen en el corto plazo.
Pese a todo esto, Tesla ha elevado los precios de algunos de sus modelos en Europa y en Estados Unidos, unos movimientos que fueron recibidos con subidas por parte del mercado. Además, Elon Musk ha intentado contrarrestar el pesimismo instalado entre los analistas al anunciar la nueva generación del deportivo Roadster, que podría estar listo para su envío el próximo año.