El oro ha renovado este miércoles sus máximos históricos, extendiendo el rally alcista que ha mantenido durante las últimas jornadas. La onza del preciado metal ha avanzado un 0,36%, hasta 2.290 dólares, alimentada por las crecientes tensiones geopolíticas.
Este ascenso imparable ha llevado al oro a rozar ya los 2.300 dólares, un nivel que los analistas de Bolsamanía habían anticipado a principios de mes que podría alcanzar en el corto plazo.
Los expertos apuntan a varios factores para explicar este fenómeno. En primer lugar, las expectativas de recortes de tipos por parte de la Reserva Federal (Fed). El mercado anticipa que estos recortes comenzarán en verano. El presidente de la Fed, Jerome Powell, se refirió a los datos del PCE de febrero publicados ese mismo día como «en línea con las expectativas». Sin embargo, mostró cautela sobre la perspectiva de recortes de tasas, subrayando que se necesitan más buenos datos de inflación. Aun así, hizo referencia a un mayor equilibrio de riesgos entre el mercado laboral y el panorama de inflación.
El oro también se está beneficiando de la tensión geopolítica en Oriente Medio y de la incertidumbre generada por un año en el que se celebran numerosas elecciones. La debilidad del dólar, que hace que el oro sea más atractivo para los inversores extranjeros, es otro factor clave, junto con la acumulación de oro por parte de los bancos centrales y de China.
«Los bancos centrales globales compraron 1.037 toneladas (de oro) durante 2023, el segundo total anual más alto registrado», destaca Ned Naylor-Leyland, gestor de inversiones, oro y plata de Jupiter AM.
Los datos muestran que China ha estado aumentando sus compras de oro desde principios del año pasado. Según Ipek Ozkardeskaya, analista sénior de Swissquote Bank, es probable que el banco central quiera diversificar sus tenencias en dólares y que las familias busquen refugio en medio del colapso del mercado inmobiliario.
No obstante, Julius Baer rechaza todos estos argumentos utilizados para justificar el rally del oro. «En nuestra opinión, ninguno de estos factores puede explicar el repunte, dejándonos perplejos», señala. «Aunque el sentimiento puede impulsar los precios aún más en el corto plazo, vemos más riesgo a la baja que el alza a largo plazo«, afirma su analista Carsten Menke.
Es importante destacar que el oro ha sido históricamente considerado como un activo refugio en tiempos de incertidumbre económica y política. Su valor tiende a mantenerse o incluso aumentar cuando otros activos como las acciones y los bonos experimentan caídas. Además, el oro es un activo que no genera rendimientos por sí mismo, como los dividendos o los intereses, lo que lo convierte en una opción atractiva para los inversores que buscan proteger su riqueza en tiempos de turbulencia en los mercados financieros.
En este contexto, el papel de los bancos centrales en el mercado del oro es crucial. Estas instituciones suelen acumular oro como parte de sus reservas para fortalecer sus monedas y proporcionar un colchón frente a las fluctuaciones del mercado. China, por ejemplo, ha estado aumentando sus compras de oro, probablemente para diversificar sus tenencias en dólares y proporcionar un refugio seguro para sus ciudadanos en medio del colapso del mercado inmobiliario.
En resumen, aunque hay una serie de factores que están impulsando el rally del oro, también existe un grado significativo de incertidumbre. A pesar de los máximos históricos que ha alcanzado recientemente, algunos analistas sugieren que podría haber más riesgo a la baja que el alza a largo plazo. Sin embargo, en un mundo cada vez más incierto y volátil, el oro sigue siendo una opción atractiva para muchos inversores.