El martes pasado, los líderes de las dos economías más grandes del mundo, el presidente Joe Biden de los Estados Unidos y su homólogo chino, Xi Jinping, se embarcaron en una conversación telefónica para discutir una serie de cuestiones bilaterales, regionales y globales, según un comunicado de la Casa Blanca. Este diálogo es el último de una serie de interacciones entre los dos gigantes económicos, que han estado lidiando con el creciente peso de las tensiones comerciales y estratégicas.
La Casa Blanca calificó la conversación como «sincera y constructiva», y se produce tras la reunión que ambos líderes mantuvieron en Woodside, California, en noviembre de 2023. Durante la llamada, se revisó y se alentó el progreso en temas clave discutidos en la Cumbre de Woodside. Estos incluyeron la cooperación antinarcóticos, la comunicación continua entre militares, las conversaciones para abordar los riesgos relacionados con la IA y los esfuerzos continuos sobre el cambio climático y los intercambios entre pueblos.
En la conversación, el presidente Biden subrayó la crucialidad de mantener la paz y estabilidad a través del Estrecho de Taiwán y enfatizó en la importancia del estado de derecho y la libertad de navegación en el Mar de China Meridional. Además, Biden expresó su preocupación por el apoyo de China a la base industrial de defensa de Rusia y su impacto en la seguridad europea y transatlántica. Asimismo, reiteró el compromiso duradero de Estados Unidos con la desnuclearización completa de la Península de Corea.
Además de los asuntos de seguridad, el presidente Biden también abordó temas económicos y comerciales con su homólogo chino. Expresó su continua preocupación por las pólizas comerciales injustas y las prácticas económicas de no mercado de la República Popular de China, las cuales, según él, perjudican a los trabajadores y las familias estadounidenses. En este contexto, Biden hizo hincapié en que Estados Unidos continuará tomando las medidas necesarias para evitar que las tecnologías estadounidenses avanzadas se utilicen para socavar su seguridad nacional, sin limitar indebidamente el comercio y la inversión.
Entrando en el terreno de las relaciones diplomáticas, los dos líderes acogieron con satisfacción los esfuerzos en curso para mantener los canales abiertos de comunicación y gestionar «responsablemente» la relación a través de la diplomacia de alto nivel y las consultas a nivel de trabajo en las próximas semanas y meses. Esto incluye las próximas visitas de la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, y el secretario de Estado, Antony Blinken, a China.
Este diálogo entre los dos líderes, aunque amplio en alcance, es un indicio de que los desafíos económicos, comerciales y de seguridad que enfrentan ambas naciones no se resolverán de la noche a la mañana. En cambio, requerirá un compromiso continuo y una voluntad política significativa de ambas partes para resolver las diferencias existentes y forjar un camino constructivo hacia adelante en las relaciones bilaterales. Esto será especialmente crítico en un momento en que ambas economías se enfrentan a desafíos internos y externos significativos, desde la recuperación de la pandemia de COVID-19 hasta el manejo de las tensiones geopolíticas y la competencia en tecnologías emergentes.