Durante la emisión de la noche de ayer del programa de CNN Chile, «Aquí se debate», se generó una discusión interesante en torno a varios temas políticos. El panel estuvo compuesto por los senadores Sergio Gahona (UDI), Paulina Núñez (RN), Gastón Saavedra (PS) y Daniel Núñez (UDI). Sin embargo, fue al tratar el Caso Hermosilla cuando se revelaron las posturas políticas más marcadas, exponiendo claramente la tesis de la UDI.
El senador Gahona, un conocido militante gremialista, hizo patente la línea de pensamiento de esta corriente. Su postura al respecto del Caso Hermosilla siguió la misma pauta que el presidente de la UDI, Javier Macaya. Esta estrategia parece estar convirtiéndose en la respuesta promedio de los políticos de esta facción.
Macaya, tras las declaraciones de la ministra Vallejo, quien afirmó la existencia de una eventual «red de corrupción», se mostró visiblemente molesto y se negó a hablar de corrupción hasta que la justicia diga lo contrario. Esta postura, compartida por Gahona, evidencia la renuencia de los militantes gremialistas a aceptar la existencia de corrupción sin una prueba judicial contundente.
El senador Gahona, en su intervención, hizo eco de esta postura, negándose a hablar de corrupción hasta que la justicia se pronuncie al respecto. Para el parlamentario, mientras no haya una demostración judicial clara, no ve una red de corrupción, sino una posible red de influencias.
«Mientras la justicia no me lo demuestre, yo no veo una red de corrupción, veo que podría haber una red de influencias», afirmó Gahona con convicción. Esta declaración ilustra la postura generalizada dentro de la UDI, que parece estar en un claro desacuerdo con la ministra Vallejo y su afirmación de una red de corrupción.
Este debate en CNN Chile ha puesto en evidencia la división existente en la política chilena respecto al Caso Hermosilla. Mientras que algunos ven evidencias claras de corrupción, otros, como los militantes gremialistas, insisten en que sin una condena judicial no se puede hablar de corrupción, sino de una simple red de influencias.
La postura de los militantes gremialistas, representada por los senadores Gahona y Macaya, pone de manifiesto el rechazo a la criminalización prematura de los actos políticos. Para ellos, la justicia debe tener la última palabra, y mientras no se demuestre lo contrario, no se puede hablar de corrupción.
El Caso Hermosilla, sin duda, está generando un intenso debate en la esfera política chilena. Las opiniones están divididas y las posturas se endurecen a medida que se avanza en las investigaciones. La espera por la decisión judicial se convierte en un elemento crucial para determinar si se trata de una red de corrupción o simplemente de una red de influencias.
La postura de los militantes gremialistas, expresada por los senadores Gahona y Macaya, refleja la visión de un sector de la política chilena, que insiste en la presunción de inocencia hasta que se demuestre lo contrario. A la espera de la resolución judicial, el debate en torno al Caso Hermosilla continuará generando polémica y divisiones en la política chilena.